La desconexión con el entorno, la apatía, la desmotivación, la falta de interés y respuesta emocional son algunos de los síntomas conductuales y psicológicos de las demencias en personas que se encuentran en entornos residenciales.
En este sentido, los profesionales de la gerontología tenemos ante nosotros el gran reto de aumentar su bienestar. Una forma de intervención que cada vez adquiere mayor evidencia científica sobre sus efectos positivos en personas con demencia avanzada es la Estimulación Multisensorial.
En cuanto a la evidencia científica, en una reciente revisión publicada en la Revista de Psicogeriatría sobre los beneficios de la Estimulación Multisensorial, se afirma que se consigue obtener efectos positivos inmediatos en el comportamiento de las personas con demencia. En intervenciones prolongadas (de hasta 15 meses) se consiguió una mejora significativa en los niveles de apatía, desinhibición y agresividad.
En este tipo de intervención se pretende favorecer un estado de relajación y bienestar a través de un ambiente especialmente diseñado para ello. Se realiza mediante la estimulación de los sentidos (visión, audición, tacto, olfato, gusto, sistema vestibular y propioceptivo).
Un aspecto especialmente importante a la hora de programar este tipo de intervenciones es tener muy en cuenta el perfil sensorial de la persona con la que se va a trabajar. Los estímulos utilizados deben encajar con las necesidades y preferencias individuales de cada uno para obtener resultados beneficiosos. Para ello, es imprescindible la participación familiar, sobre todo en el caso de demencias avanzadas en las que la capacidad de expresión se ve mermada. No obstante, las reacciones físicas y emocionales del paciente ante la presentación de estímulos deben servirnos como guía para ir adaptándolos a la persona.
El diseño del programa de intervención debe incluir la esfera física, emocional, cognitiva y social. Por lo tanto, la participación de todos los profesionales del centro es imprescindible a la hora de elaborar un plan de trabajo que dé respuesta a las necesidades del residente.
Como conclusión, resaltar que parece haber cierto consenso en que la estimulación multisensorial es un método de intervención adecuado para mejorar la calidad de vida de las personas con demencia, especialmente en aquellas cuyo deterioro es más grave.
Estibaliz Pedrós
Dpto. Psciosocial- Equipo de animación sociocultural