En la mayor parte de casos, como reacción inicial, a la familia y amigos se les suele hacer difícil aceptar las pérdidas de memoria de un ser querido como un problema médico real. Cuando pasan más tiempo con dicha persona, empiezan a comprender que el asunto es más serio de lo que pensaban y se dan cuenta de cómo los problemas de memoria influyen en la vida cotidiana.
Las personas con DCL, en general, quieren seguir sintiéndose útiles, productivas e independientes. Muchos expresan que no quieren convertirse en una carga para su familia. Las ideas para ayudar a alguien con DCL las podemos englobar en dos grandes conceptos: apoyo y respeto.
– APOYAR Y ANIMAR:
- Aceptar el problema de la memoria como algo real.
- Permitirle que lleve a cabo sus rutinas diarias a su ritmo.
- Facilitarle momentos sin interrupciones para permitirle recuperar información cuando trata de recordar algo.
- Ayudarle a sentirse útil pidiéndole colaboración en tareas domésticas.
- Promover sensaciones de éxito pidiéndole las tareas de una en una.
- Animarle y ayudarle a estar físicamente activo.
- Evitar sobreprotegerle.
– SER PACIENTE Y RESPETUOSO:
- Aprender a reconocer los signos y síntomas del DCL.
- Tratar a la persona como adulta que es.
- Hacerle partícipe de nuestras relaciones sociales/o animarle a mantener las suyas.
- Responder cada vez a la misma pregunta como si fuera la primera vez que lo hace.
- Evitar empezar o terminar las frases con “Ya te lo he dicho”.
- Procurar no interrumpir cuando habla.
- Evitar hablar de él sin hacerle partícipe de la conversación.
- Hablarle con normalidad. Solo simplificar el lenguaje si nos dice que no nos entiende.
- Tener mucha paciencia y sentido del humor.
Iñaki Iribar Unibaso
Servicios Asistenciales y Residenciales
Grupo Gurena