El mundo del deporte, más concretamente la rama del fitness, está repleto de técnicas y modalidades que buscan ejercitar y tonificar cada uno de los músculos de nuestro cuerpo. Dentro de este extenso grupo encontramos el método Tabata, creado en 1996 por el doctor Izumi Tabata, perteneciente al Departamento de Fisiología y Biomecánica del Instituto Nacional de Fitness y Deporte de la ciudad de Kanoya, en Japón.
Este famoso entrenamiento, que todavía triunfa entre los amantes del culto al cuerpo, destaca por su intensidad y su corta duración, haciéndolo ideal para aquellas personas que no disponen de mucho tiempo para ponerse en forma o también quieren dedicar su rutina de ejercicios a otras modalidades.
Así, el método Tabata está compuesto por intervalos de alta intensidad, similares al también archiconocido entrenamiento HIIT, y recurre principalmente al peso de nuestro propio cuerpo, como las sentadillas, las flexiones o los puentes de glúteos. Debido a la potencia de algunas de sus series, las personas mayores deben extremar la precaución y asegurarse de que su condición física y resistencia son las adecuadas para dicho procedimiento. Bajo esta premisa, ¿qué beneficios aporta al organismo?
Beneficios de practicar el método Tabata
En términos generales, el método Tabata dura aproximadamente unos cuatro minutos, que se dividen en periodos de descanso y de trabajo, que suelen constar de ocho series en total.
Como bien acabamos de explicar, el método Tabata es uno de los más populares, pero también de los más complicados, sobre todo para los principantes. Por eso, solo los adultos mayores que estén acostumbrados a practicar deporte a diario y sientan que tienen una buena disposición física podrán hacer frente a él y, sobre todo, disfrutar de sus beneficios. ¿Cuáles son?
- Al igual que el resto de ejercicios de alta intensidad, el método Tabata aumenta la resistencia muscular, es decir, permite que el músculo se contraiga adecuadamente sin el mayor esfuerzo. Fundamental para realizar cualquier actividad deportiva.
- Tal y como aseguran desde el Instituto de Ciencias de la Salud y la Actividad Física (@institutoisaf), también se convierte en un aliado de la resistencia cardiovascular, que «es necesaria para realizar deporte y, además, es un signo de buena salud física, y es la capacidad del corazón y de los pulmones de transportar oxígeno a los tejidos corporales mientras se practica ejercicio».
- El metabolismo también se ve recompensado con este tipo de entrenamiento. Al elevarse, tu cuerpo seguirá quemando grasas incluso cuando no hagas deporte.
- Asimismo, la capacidad aeróbica mejora considerablemente, reduciendo así la fatiga que sientes al hacer cualquier movimiento o actividad que requiere cierto esfuerzo.
Eso sí, antes de poner en práctica este método de entrenamiento, consulta con tu médico o un profesional del ámbito para asegurarte de que este tipo de ejercicios son adecuados para tu salud.