Con la llegada del otoño llega el momento de despedirse del verano y decirle adiós, pero no solo a él, sino también a las rutinas de nuestros mayores frente a las altas temperaturas; que ahora deben modificarse para hacer frente a la llegada del frío y la bajada de las mismas.
Debemos de saber que no se trata únicamente de mantenerles abrigados, sino que son necesarias una serie de pautas a seguir para proporcionarles un mayor confort frente al cambio de estación.
El otoño que ofrece un marco incomparable para nuestros recuerdos y nos brinda la oportunidad de apreciar paisajes insuperables, también trae como compañero de viaje ciertas enfermedades, como pueden ser resfriados y gripe. Todo esto se debe a la bajada de las temperaturas, las cuales disminuyen los sistemas naturales de defensa; además el hacinamiento y los cambios bruscos de temperatura, (del interior al exterior), son factores de riesgos que favorecen prácticamente de manera inevitable el contagio y desarrollo de enfermedades básicamente infecciosas.
Durante esta época, el objetivo es reforzar las defensas para ayudar al cuerpo en ésta transición de cambio de temperatura. Para ello debemos adoptar una serie de medidas, las cuales son:
Mantener la piel hidratada: Vigilar de manera continua el estado de la piel, tanto las partes expuestas como las que cubrimos, ambas sufren inclemencias de diferente forma.
- Partes expuestas (Cabeza y manos): Las cubriremos con prendas de algodón y aplicaremos una loción hidratante, evitando la sequedad, de tal manera que se disminuye el riesgo de sufrir la aparición de pequeñas laceraciones.
- Partes cubiertas (Axilas y pliegues de la piel): Realizaremos una higiene adecuada, poniendo especial hincapié en dichas zonas.
- Uso de ropa adecuada: La ropa que nuestros mayores deben de utilizar debe ser “todoterreno”, de tal manera que éstos estén preparados para cualquier cambio brusco en el momento. Por ello, lo ideal, es utilizar 3 capas.
- Primera capa: Un tejido ligero y que sea transpirable, ya que está de manera directa en contacto con la piel.
- Segunda capa: Que ayude a mantener una temperatura estable.
- Tercera capa: En este caso una prenda de abrigo, de tal manera que si en algún momento es necesario aumentar la temperatura corporal, podamos echar mano de ésta.
- Mantener una alimentación equilibrada: Es la clave para reforzar la salud, y una protección frente al ataque de ciertas enfermedades. De tal manera que debemos de optar por alimentos que proporcionen nutrientes que ayuden a la lucha contra dichas enfermedades.
- Antioxidantes y aceite de oliva: Alimentos con vitamina A y la inclusión del aceite, ya que les proporcionará grasas saludables que son beneficiosas para el control de las enfermedades cardiovasculares.
- Hierro: Favorece la prevención de enfermedades y otorga resistencia física.
- Pescado: Se trata del alimento prefecto, la acción de sus ácidos grasos favorece el desarrollo del sistema nervioso y cerebral.
- Fibra y legumbres.
- Favorecer la hidratación: No debemos olvidarnos de ello, de tal manera que proporcionemos a nuestros mayores la posibilidad de reponer líquidos. Es de suma importancia, ya que debido a la bajada de temperaturas, disminuye la sensación de sed y no son propensos a comunicarnos dicha sensación.
Ekiñe Sánchez Ruzo
Coordinadora Asistencial